26 de octubre de 2006

* ( II )

Conseguí tres fotos suyas. Sale con más personas de negro, todos mirando al cielo. Ángela contó veintiséis botones suyos en mi anterior carcajada déspota. Es demasiado alto, parece que fuera a llegar a las nubes y gritar "Qui te caret hoc tempore, fit vilior... dulcis amor"
No creo que cante. Ni que le guste aquella canción profana. ¿Y si lo hiciera? ¿Cómo sonaría su voz?
Excelsa.
Describamos el sonido prolongado, sonoro, armonioso, distante y cruel, triste, glorioso, omnipotente. Una voz fuerte e iluminada; tan grave y delicada como potente y sigilosa. Cuando la garúa no llega se la puede escuchar durante un lapso corto, como referí anteriormente. Creo que no podré conocerlo: y eso es mucho mejor. Así obtendré la gracia eterna por un tiempo efímero en donde, luego de una próxima agonía, desaparecerá para siempre. Y tendré que seguir escribiendo de X, desangrándome con cada palabra tecleada y ahogándome con la lectura de mi propia agonía.
Como dijo el señor Lalique, la perpetuidad del secreto, la angustia de ir volviéndose loco poco a poco es lo que origina la obsesión, lo que va alimentando la sutileza de la mano que escribe. O eso es mi interpretación.
4E seguirá hablando por siempre de los pueblos antiguos. Permanecerá oculto en los días de semanas y sólo se alzará en el Sabbath del lunes, mirándonos desde lo alto como un dios del Olimpo; cual Hades...o Prometeo. Desaparecerá bajo las lozetas azules, bajo los crucifijos y la sangre, las fobias y perversiones, los discuros inverosímiles, la majestuosidad y el ropaje negro.
- bajo el vientre habitan las rosas secas del secreto filial
beatus vir qui suffert tentationem;
quonigm cam probates fuerit accipient Coronam Vitae

18 de octubre de 2006

*

* viste de negro. Si no hay lluvia ni garúa podrá escucharse su voz, prolongada y viva, surgir entre la neblina matutina cual Sabbath del lunes. Lo más probable es que hable de cosas que nadie comprende y que a nadie le interesan; pero allí sigue él, omnipotente e iluminado, cogiendo un libro enorme en la mano y contanto acerca de los pueblos antiguos. Algunas veces tengo la impresión que habla para él mismo. Tal vez el egocentrismo no es tan perverso. Tal vez es sólo solitario, retraído y glorioso.

Parece que jamás fuera a enojarse. Es como si el aura dorada se desprendiera provisionalmente y mostrara las verdades que sólo algunos conocen. Y es tan pálido; no febril, pero sí lánguido. El contraste entre el ropaje y la tez no hace más que resaltar aquella tonalidad espectral, triste, inexpugnable.

Algunas veces lo vemos. Ella prefiere andar tras X, observando su también iluminada cabeza. Y al otro extremo de la gran pista de puntos grises, *. Siempre allí, hablando para él mismo, aún si todos o nadie lo escuchan.

9 de octubre de 2006

El Cisne

I. Asepsia

Roma tú fuiste, infeliz esquive
de la apoteosis sacerdotal
postrada infame, rex de lirio
que el Imperio de perlas declive
donde yace, espejo y profano, el delirio
bajo la clemencia del rictus carnal.

Inclínese
el antifaz mortuorio de la Reina de Nieve
oculto en la fuente de seda
Que dícese
habitan en la doncella el seno y el vientre;
y bajo los blancos muslos, el beso que ésta conceda.

Aún así gemiríase el llanto
entre escarcha de hielos azules disuelto;
eres tú la Jerusalén de antaño
de entre las fábulas lo grotesco y las hadas, encanto
cual féretro inerte, llano, desahuciado, infecto.



II. Misoginia
Se ha la liturgia cadavérica consumado
en castos tornasoles del altar
que el áurea dorada iluminan
y el embeleso despótico oscilan
de las vírgenes serenas el almíbar amado
la condición de ensueño, del dilema, del cantar.

Violetas
las pitonisas de jazmines y celliscas
que bajo la pureza límpida de los pilares
a los cruzados clavaron las lancetas;
que a los herejes y Bacos roban los cristales;
que entre los sarcófagos de Santos hechizan.

Son viles las mariposas que habitan el infierno
en las cumbres levadizas de las letanías enalteciéndose
bajo las muertas catedrales;
gócese el quiebre de quienes a los campos otorguen,
a quien en la mirada encuentre los grotescos cardenales…
Y entre el fuego, el placer inconsumable, eterno.

2 de octubre de 2006

...

sería infinitamente feliz si pudiera conocer a 4E.