La muñeca de Kafka
Miré sus ojos tristes y caídos. Su cabello castaño le caía por el rostro y sus labios extremadamente rojos contrastaban con la palidez de su piel. La mirada perdida, muñecas desangradas, traje negro, aura sepulcral. ¿Qué le sucede a la chica que yace sentada en la banca del parque? Podría acercarme a ella y decirle cualquier cosa; que mire el cielo, ¡va a garuar!, que el mundo es gris y la atmósfera destruye los sueños; que nunca sonría. Pero ella sigue mirando él ómnibus naranja. Entonces creí comprender por qué.
Vuelvo a mirar la fuente de agua que se interpone entre nosotras, y pretendí acercarme. Ella pretendió alejarse. Siempre nos estuvimos mirando a los ojos.
Ya en el bus naranja miro por la ventana. Y la encuentro en el reflejo del vidrio, muerta.
1 Comments:
la imagen de la muñeca es muy fuerte para mí.
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