9 de setiembre de 2006


desviste los rayos
Ya desnudos
que rozan las comisuras de tus labios
Celestes.

(entrégame esa dicha
en un cofre rojo
de lilas corbatas
- los elípticos atardeceres)


el perfume
de las manzanas secas.


y somételos a tus crueles torturas
de ruegos infieles;
- no queda ya esperanza alguna-
Martirizado el amparo
róbame las blancas violetas.

¿cómo
siento
el
destello
de
tu
pecho
ingrávido
si este yace
entre las sombras inerte?

¿cómo desierto tu arena?
Grito irascible


- ¡Magna condena!




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Poema invertido. A ella, no a el.