5 de junio de 2006

Disección

Suena Traumtänzer en los parlantes. Un vaso a mi derecha, y preocupación
No he terminado con matemática, y falta estudiar historia.

La voz de Adrian Hates lo inunda todo. Siento que todo es imperecedero, y que la gracia aún permanecerá cinco...cuatro...tres...dos...y un segundo más. Es triste seguir pensando en la canción esa, Larala ri lalalala, sabiendo que ese herr ya fue, ya murió, desapareció, ni siquiera pasa por allí, está triste, qué sé yo. No puedo olvidar, no puedo perdonar, no puedo recordar. ¡Y no puedo decir kkggg! ¡Kggg! Todavía que vino Huraño. No puede ser, es demasiado...¿etéreo? ¿pétola? ¿ozono? Un hola y un adiós; un conéctalo por favor; un ¿voy a entrar, ya? ¿Por qué me pasa esto?

Salazar me recomendó White Light Generator, de Ladytron. Bueno, "recomendar" no precisamente: simplemente me dijo que se la grabara en el mp3. Yo, asumiendo que se trataba de alguna alusión musical del pérfido, le dije que aquella canción era horrible. Me confundí con Sugar. Y, al escucharla: ¡oh sublime raciocinio! ¡excelso mea culpa! Era hermosa.

Leí "Templado" por onceava vez para el examen de mañana. Me pareció superficial, pero bueno... Es todo así.

Aquí una creación. Marionetas.

Será que somos
muñecos de cera,
que rompen el silencio
y cohabitan en vuestra esfera.

Volvemos el rostro
aquel impávido y triste.
Quiébrense los llantos matutinos
de la atmósfera sublime.

Dormidos los ángeles
(por la misericordia del Eterno)
Eres mi poesía mundana
¡cual Bejamín sin lágrimas llora al corcel infecto!