4 de junio de 2006

De lo que aconteció con Afrodita


Ustedes, páginas mancilladas por ojos de lectores ajenos, son las Galateas de esta historia. Tal vez existió más de una Afrodita en la triste recopilación de desprecio que ahora sumerjo en los inalcanzables mares del olvido. Mi devota agonía; su eterno esplendor.

Todos fueron con máscaras rojas y tétricas. Yo permanecí detrás de libros empolvados y cristales rotos, soñando con clavecines etéreos y rosas de mar. Eternamente sentada, con el rostro pálido y las manos frías en medio de los fantasmas de aquellos que alguna vez estuvieron allí conmigo padeciendo lo mismo que yo. Así pasarían las horas, los días y los milenios, hasta que la voz del pérfido se oyó más allá de los estantes, “vas a sufrir”. Inmediatamente enlacé el desconsuelo con su andar cabizbajo y las enredaderas negras que iban colgándole, mientras sentí por vez primera el respirar agitado y una profunda vergüenza. Pero luego la voz siguió gimiendo “máscaras, bancos, bougainvilleas, manos, pañoleta, arpía, tártaro”. Sin más deseos que provocar sufrimiento en mí, desapareció.

Hubo un gran incendio. Me senté en el sillón marrón y antiguo, esperando que algo me diera alguna señal. Y entonces obtuve lo que durante tanto tiempo había ido buscando: resignación.

Muchas veces vi las cuatro huellas. Y entonces me percaté que todo había sido un eterno embrujo. Fue una decadencia moribunda y fúnebre la que iba apoderándose poco a poco de todo, hasta que, sin ningún aviso, desapareció. Me importó poco que fueran dos huellas nuevamente, pues la A que había grabado en mi muñeca incluso había cicatrizado. Su miseria había vuelto a ser apogeo, y su arte ahora era frívolo y superficial. Y lo que ayudó a hacerlo desaparecer fue su exilio de los Cinco Cuadrados. Dejó de habitar en medio de las cámas mortuorias y se dirigió al paraíso mundano, sin ni siquiera mirar atrás.

Volvieron a ser cuatro huellas. Paso por allí, y poco me importa, pues lo que escribo jamás lo leerá.

1 Comments:

Blogger Jorge said...

Menudo blog el tuyo...

Blogger...

6:41 p. m.  

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